Historia de BP y Lady Olave
Compartir
Categorias:
#Varios #historias #olave #baden-powell
Referencia:
Patio Scout
Historia de BP y Lady Olave
Compartir
Categorias:
#Varios #historias #olave #baden-powell
Referencia:
Patio Scout

Descripción

32 eran los años de diferencia separaban al fundador del Movimiento Scout con Olave Soames. Ambos se conocieron en un barco y la familia de Olave se opuso totalmente a la relación debido a la diferencia de edad.

Al igual que Robert Baden Powell, que de niño jugada fútbol, Olave Claire Soames, el nombre de soltera de Lady Olave, se dedicaba a montar a caballo y tocar el violín. Una mujer activa, que siempre estuvo en contacto con la naturaleza y adicta a los viajes por Europa (y luego por el mundo). Ya antes de los 17 años ya conocía una buena parte de Gran Bretaña y de Francia…

A raíz de un sueño, BP decidió realizar un viaje alrededor del mundo para promocionar su joven Movimiento Scout en 1912. En ese entonces tenía 55 años y parecía ser un empedernido solterón. Él alegaba que había estado tan ocupado toda su vida que no había dejado espacio para el Amor de pareja. Sus hermanos ya se habían casado y BP parecía inamovible en su condición de soltero.

Decidido a hacer el viaje, Baden-Powell abordó el 3 de enero de 1912 el crucero S.S. Arcadian que zarpaba desde Southampton hacia Kingston, Jamaica (en ese entonces colonia británica).

Por lo tanto era inminente que 1912, arriba de un barco llamado “Arcadián”, conociera a un explorador, general del ejército británico y reciente creador del Movimiento Juvenil Más Grande del Mundo (hasta la actualidad), Robert Baden-Powell.

Escribiria Olave Soames despues en su diario (10 enero de 1912):

“Tuve a BP para mí sola todo el día, hasta las 11 P.M. Una conversación muy interesante sobre religión, etc., sentados en la popa, observando fosforescentes bolas de luz, mientras las otras personas bailaban.”

El viaje tardaría más de veinte días por lo cual en los barcos que cruzaban el Atlántico se daban buenas ocasiones para divertirse, charlar y conocer nuevas amistades. En la cubierta, BP reconoció a una amiga suya, Hildabert Rodewald acompañada de una joven que le parecía muy familiar, aunque no recordaba de dónde la conocía. Buscó en su memoria y registró ese paso firme…Sí, la conocía de haberla visto caminando en Londres… ¡dos años antes! BP tenía una teoría sobre la forma de caminar de las personas y su carácter. En esa ocasión, BP había llegado a la conclusión que la joven caminante era honesta de propósitos y tenía un espíritu aventurero. Al hablar con ella, supo decirle que dos años antes había estado caminando por Knightsbridge acompañada de un cocker spaniel marrón y blanco.

El “Arcadián” iba rumbo a Jaimaica, y sobre los pasillos y recorriendo el Atlántico, al más puro estilo de la película Titanic, la pareja creó una linda amistad. El flechazo fue tal, que antes de un año ya estarian casados.

La muchacha -Olave St. Claire Soames- quedó fascinada con la memoria de BP, a quien todo buen inglés conocía por su defensa de Mafeking y por la creación de los boy-scouts. Tras este acontecimiento asombroso, Olave y BP comenzaron a encontrarse en la cubierta para charlar, mientras la Srta. Rosewald intentaba no molestarlos. Le veía buen futuro a este dúo. BP y Olave descubrieron que habían nacido el mismo día -22 de febrero- aunque una diferencia de edad notoria los separaba. Baden Powell había nacido en 1857 y Olave en 1889, por lo cual había una diferencia de 32 años. Ese problema frenó un poco a BP, pero al cabo de un rato se encontró en cubierta acomodado en una silla plegable contándole intimidades nunca reveladas a la simpática muchacha.

Cuando el barco llegó a Kingston, Olave y BP tuvieron que despedirse. Se encontraron en el puerto y la pérdida de Olave lo acongojaba. Tras unos instantes de silencio, logró balbucear: “Olave, ¿por qué no vienes conmigo?”. Pero eso no era posible por ahora. Pronto volverían a verse.

De regreso al barco, BP le escribió a su amiga: “Es peor de lo que esperaba, estar a bordo sin encontrarte. Es exactamente la situación que tuve cuando mis dos compañeros fueron muertos en Matabele -se queda uno buscando por todos lados, esperando verlos como de costumbre junto al fuego- aunque estaban muertos… las punzadas de mi corazón se avivan al recordar que mi pequeña amiga no está a bordo…

BP y Olave siguieron manteniendo correspondencia durante el resto del año, hasta que el jefe scout regresó a Inglaterra, en septiembre. Como era costumbre, BP tuvo que pedir la mano de Olave a su padre, Harold Soames en una charla “hombre a hombre”. En la mañana siguiente, BP escribió a su madre:

“Me he estado preguntando qué podría darte como regalo de cumpleaños, pero pienso que ahora tengo uno que te va a gustar (como espero y creo) -y ello es…¡una nuera para ti!”

La diferencia de edad fue un tema complicado para Katherine, la mamá de Lady Olave. Jamás, la esposa del héroe de Mafeking, pudo portar dentro del hogar de los Soames el uniforme scout (guía), ni menos hablar de Robert. Rechazo que con el pasar de los años separó a madre e hija. Una historia al estilo de teleserie dramática, pero real.

En las semanas siguientes, BP informó a sus scouts de la situación: “Mi futura esposa es tan entusiasta del Escultismo como yo. Me ayudará en el trabajo, así que mi matrimonio, en lugar de alejarme del Movimiento le traerá otro ayudante, uno que ama a los Scouts como estoy seguro la amarán ellos tan pronto la conozcan. Y así fue. Olave fue pronto tan querida como Baden-Powell y tan dedicada al Escultismo como su esposo. El resto de su vida es historia: Se casaron el 30 de octubre de 1912 en la iglesia de San Pedro, en Parkstone. Pasan su Luna de miel en Argelia en Diciembre de 1912. Nacen los hijos: el 14 de enero de 1914 Peter; el 1 de junio de 1915 Heather Grace; el 16 de abril de 1917 Betty. En el verano de 1930, Olave es nombrada Jefa Guía del Mundo.

Pero lo más emocionante estaba por llegar, al igual que las cartas de despedida que les escribió a los scouts del mundo, amigos y personas cercanas, el corazón de Baden Powell hasta el último minuto estaba lleno de amor por su compañera Olave (o Dindo, como le decía BP a su mujer):

“Lo más importante en el mundo, eres tú, mi amor. El hecho de tener que dejarte es el dolor que más me obsesiona (…) Una cosa que me tranquiliza es que tú eres tan razonable que lo verás en su justa proporción, como una cosa natural que tiene que suceder, y te enfrentarás a la prueba con valentía durante un corto trecho, hasta que el tiempo sane la herida”.

En 1942, tras la muerte de BP, Olave regresa a Inglaterra. Luego de una vida de amor a su esposo y al Escultismo todo, Lady Olave Baden-Powell fallece en junio de 1977.