Descripción
En sus orígenes, los materiales utilizados para moverse por terrenos difíciles obedecía a la máxima de la necesidad de sobrevivir. No existían prendas específicas. De esta manera, pastores, viajantes, comerciantes…, se veían obligados a utilizar los materiales existentes para protegerse de las condiciones climatológicas, y diseñar una serie de herramientas que les sirve de apoyo para poder pasar con suficientes garantías por terrenos de la naturaleza que resultan hostiles.
En un principio las pieles de los animales, más tarde la lana, el algodón, la seda, el esparto…, fueron empleándose para proteger al ser humano del frío y dotarle de ciertos útiles que le hiciesen la vida más confortable cuando se movían por la montaña.
A finales del siglo XIX y principios del siglo XX surgieron industriales textiles cuya producción principal consistía en prendas destinadas a aislar el cuerpo del frío. Está claro que los materiales utilizados eran todos de origen natural, resultando muy pesados. Tuvimos que esperar hasta 1938 para que Du Pont descubriese el método de elaboración de la primera fibra sintética: el Nylon, lo cual supuso una auténtica revolución en el mundo textil, ya que era una fibra ligera e impermeable.
Más próximos a nosotros, en la década de los setenta, Helly-Hansen lanza una gama de forros polares fabricados a basa de lana y poliéster a partes iguales, destinados a los trabajadores de las plantas petrolíferas y pescadores del Mar del Norte.
En 1976 aparece una nueva membrana totalmente innovadora llamada Gore-tex y tres años más tarde el Termosellado comienza a emplearse en las prendas de ropa.
A partir de los ochenta, la carrera de los nuevos materiales se desenfrena y empiezan a surgir nuevos tejidos y membranas fruto de la investigación y de las necesidades más exigentes de unos usuarios que piden mayores prestaciones y calidad del equipo que deben de llevar a los lugares más recónditos de la tierra para poder realizar las actividades más increíbles.
Hoy en día se ha alcanzado un grado tal de especificidad y diversidad que encontramos vestimenta y materiales concretos para cada tipo de actividad que realicemos, diferenciándose también según la época del año. Esto convierte cualquier compra en una labor ardua de recogida de información y asesoramiento.
Por todo ello, y por la necesidad imperiosa de equiparse adecuadamente para poder desarrollar nuestra actividad en la naturaleza, es función de los técnicos conocer lo que ofrece el mercado así como las características de los distintos materiales, tanto para la elección de nuestro equipo como para el asesoramiento de quien nos lo solicite.
Características del equipo y material de AFN
A la hora de seleccionar un artículo de nuestro equipo debemos de tener muy en cuenta de cuales son nuestras necesidades y las que vamos a cubrir con esa nueva adquisición, por lo cual debemos informarnos previamente de las características de la pieza en cuestión, compararla con otras similares y valorar cual es la que cubre mejor nuestras expectativas. Si seguimos este proceso, casi seguro que la elección final será acertada.
Debemos tener presente las siguientes características del equipo:
Idoneidad. Si es adecuado y cumple nuestras necesidades.
Polivalencia. Nos sirva para el mayor número de actividades posibles.
Durabilidad. Resistencia al uso: tensión, abrasión…
Composición. Qué materiales y forma está fabricado.
Fiabilidad. Las cualidades que comenta el fabricante estén contrastadas.
Homologación. Pasar todos los controles de calidad que existan sobre el material en cuestión.
Peso y volumen. no hay mucho que decir en este punto, debemos considerar los traslados por lo que debe ser el menor posible.
Cuidado y mantenimiento. al igual que antes considerar estos como un gasto, por lo que deben ser el menor posible. importante no confundir con el cuidado necesario para prolongar su durabilidad y asegurar su calidad en el tiempo.
Precio. Que esté justificado por la calidad que ofrece el artículo.