Descripción
Navegando por la web para rescatar elementos a nuestro sitio, me encontre con un articulo que quizas muchos puedan decir es sólo una opinión, pero rescato poderosamente mi atención, quizas muchos sufran tratando de enseñar la historia del movimiento a los muchachos, pero lo cierto es que son nuestras raices y como tales hay que por sobre todo respetar a todos aquellos que pavimentaron los cimientos y el sendero del escultismo, los que creyeron en este ideario y enseñando que es lo que hicieron en muchas oportunidades yo mismo me emociono y les agradesco su dedicación y su aporte en cambiar mi vida, es por ello que les dejamos este manual sobre como es más fácil enseñar la historia del movimiento a la siguiente generación de Scouts.
Primero un par de aclaraciones, a diferencia del autor a mi siempre me encanto la historia del movimiento, tan rica y variada como pocas, pero tambien me he encontrado de frente a una muralla a la hora de enseñarla, y perfectamente recuerdo que en el colegio me era mucho más fácil recordarla con esa profesora, que más que historia parecia que te contaba la última novedad de la farandula con cada cahuin era más fácil recordar el hecho. Segundo valorar a quien es el autor, Juan J Pérez-Gato legendario que ha hecho un gran trabajo y tiene varios articulos interesantes en la misma web. y dice así…
Infumables.
Es lo que me parecían las biografías de personajes cuando era chaval. Como no me las revistieras de aventura o relatos heroicos no las soportaba.
Pero si bajabas el personaje a la tierra, contabas alguna anécdota de su infancia, algún chascarrillo gracioso y algún hecho importante con mucha salsa para que impactase…entonces era otra cosa. Siempre que el relato fuese breve, claro está.
Cuando crecemos tendemos a olvidar esas claves. Nos dejamos llevar por nuestro conocimiento y nuestro modo de entender el mundo. Nos emocionamos y apabullamos a nuestros chavales con datos que a la mayoría les importa un pepino.
Con la historia del escultismo no iba a ser distinto. Hay que bajar a su terreno, volver a meterse en su piel y contar las cosas como lo haríamos a un amigo a la edad correspondiente.
Y por supuesto A PEQUEÑAS DOSIS. Esta es la clave del asunto. Debemos saber despertar la curiosidad y luego ir alimentándola poco a poco, y eso vale para cualquier aspecto, no sólo la historia. Si no lo hacemos así los chicos se aburrirán y se limitarán a cumplir con los juegos que les resulten divertidos hasta que se cansen.
Por supuesto que con la historia del fundador ocurre lo mismo.
Si comienzas a contarles que nació en el año tal, en la ciudad de pascual y en el seno de la familia mengana…¡¡¡ufff!!! ¡Olvídate!
Pero si comienzas con unas fotos divertidas como las que podéis ver aquí, les cuentas que esas eran las ropas de los niños pequeños en la época victoriana y les pones como ejemplo el episodio de los Simpsons “un nuevo hogar”, basado en 1895 empezarán a reírse e interesarse por lo que les cuentas.
Si luego sigues con su capacidad para dibujar con ambas manos a la vez y les invitas a probar, les sigues intrigando.
Y terminas con sus historias estudiantiles en el colegio de Charterhouse, donde se le conocía con el mote de “Bathing goalkeeperTowell” (toalla de baño), porque en inglés sonaba casi igual que su apellido (Baden-Powell)…pues terminas de conectarles con el personaje.
Unas pocas aventuras sobre sus hazañas y peculiaridades como portero del equipo de fútbol (como su costumbre de descalzarse o de gritar y agitar los brazos cuando el delantero rival se dirigía hacia él), sus peleas con los chicos del barrio, sus escapadas al bosquecillo de los alrededores (donde sus escaramuzas con los profesores y los conejos silvestres pueden ser la estrella), o los viajes en bote con sus hermanos por los ríos del país, terminarán por ilustrar la historia.
Y punto.
Sólo unos esbozos, que hoy día resultan aún más sencillos con la ayuda de la informática, para introducir al fundador del movimiento.
El resto de curiosidades se las vas dando poco a poco. Sin agobiar.
Las aventuras de Baden-Powell invitan a crear una fantástica conexión con nuestro pasado y en muchas ocasiones dan pie a la práctica de las técnicas básicas (señales, pistas, huellas, pionerismo…). Proporcionan la historia adecuada durante la charla para crear la necesidad y el ambiente precisos que inducen a trabajar a la mañana siguiente sobre lo que se habló el día anterior.
Esa secuencia de historia amena a la luz de la hoguera (o similar), enseñanza práctica al día siguiente, y juegos para utilizar lo aprendido es la base que utilizaría BP ya en el campamento de Brownsea, y sigue siendo (o por lo menos debería) la base de nuestro escultismo actual.
Utilicemos recursos novedosos pero no nos olvidemos nunca de utilizar los clásicos. Aquellos que nos proporcionan ese vínculo con el pasado y que nos hace ser diferentes del resto de asociaciones de tiempo libre. Aquello que nos proporciona la magia, la motivación y el deseo de vivir la aventura.
Las aventuras entre los Matabeles, las ingeniosas estratagemas para despistar a los Boers en Mafeking…todo ello fomenta dicho deseo y hace que los chicos se sientan especiales.
Así pues, no dejéis de releer algunas biografías que os harán conocer mejor al personaje y os proporcionará herramientas útiles para el objetivo educativo. Existen muchas y variadas, incluso en formato cómic, donde se cuentan anécdotas de modo breve y entretenido, y que os servirán para preparar esos minutos de charla histórica.
Porque me resulta muy triste que algunos muchachos desconozcan nuestras raíces hasta el punto de no saber qué es Mafeking (aunque sea el nombre de su Tropa) o incluso quién era ese tal BP.